Más allá de la Batalla de Inglaterra: Johnnie Johnson y el Spitfire Superior

Beyond the Battle of Britain: Johnnie Johnson and the Superior Spitfire

El Supermarine Spitfire es el símbolo perdurable de la resiliencia británica. Sin embargo, la versión que la mayoría de la gente asocia con la Batalla de Inglaterra (los primeros modelos Mark I y II) fue rápidamente superada técnicamente. El Spitfire que definió la supremacía aérea sobre Europa a partir de 1942 fue el Mark IX, y ningún piloto lo dominó mejor que el Vicemariscal del Aire James Edgar «Johnnie» Johnson, el as de la RAF con más victorias de la Segunda Guerra Mundial.

El hombre tranquilo que superó a las leyendas

La historia de Johnson es una de determinación, no de un comienzo glamuroso. A diferencia de algunos de los ases famosos que irrumpieron en escena en 1940, Johnson fue inicialmente marginado. Una antigua lesión de fútbol en el hombro le causaba un dolor intenso en la cabina, lo que casi le obliga a quedarse en tierra o ser relegado a un comando de entrenamiento. Solo después de una cirugía y una perseverancia implacable, regresó al vuelo operativo en 1941, bajo el legendario Douglas Bader.

Un dato interesante: Johnson fue un ávido estudioso de las tácticas de combate aéreo y tuvo a Bader como un importante mentor. Se convirtió en un firme defensor de volar en parejas y en grupos de cuatro (la formación «finger-four») para asegurar la máxima eficacia defensiva y ofensiva, abandonando la más vulnerable formación «vic» de tres aviones de los primeros años de la guerra.

El poderío del Spitfire a mediados de la guerra: El Mark IX

La entrada en servicio del formidable Focke-Wulf Fw 190 en 1941 fue un shock para la RAF. El Spitfire V de la época no podía igualar su velocidad y régimen de ascenso. La solución fue el Spitfire Mk. IX, un recurso de emergencia que se convirtió en uno de los cazas más cruciales de la guerra. Estaba equipado con el potente motor Rolls-Royce Merlin 61, que contaba con un sobrealimentador de dos etapas y dos velocidades. Este cambio transformó al Spitfire de un caza de altitud media a uno que finalmente podía enfrentarse al Fw 190 y a los modelos posteriores de Messerschmitt en todas las altitudes.

El avión principal de Johnnie Johnson fue un Mk. IX, específicamente el EN398 y más tarde el MK392.

El toque personal de Johnson: Cada avión que Johnson comandaba llevaba sus iniciales, JE-J, pintadas en el fuselaje. Sus aviones estaban casi siempre en condiciones impecables, un reflejo de su liderazgo meticuloso y organizado.

El récord no oficial de victorias: Oficialmente, a Johnson se le atribuyen 34 victorias individuales confirmadas más 7 victorias compartidas, lo que le da un total de 38 victorias aéreas, convirtiéndolo en el as de la RAF con la puntuación más alta contra la Luftwaffe. Sin embargo, a menudo renunciaba a los créditos compartidos para aumentar la confianza y las puntuaciones oficiales de sus pilotos más jóvenes, lo que sugiere que su cuenta real era probablemente mayor.

Un impacto cercano de la artillería antiaérea (Flak): Durante la incursión de Dieppe en 1942, Johnson no pudo quitarse de encima a un caza enemigo que lo seguía. Como tenía prohibido volar por debajo de los 2.000 pies debido a las reglas de la artillería antiaérea naval, picó desesperadamente con su Spitfire a toda velocidad justo por encima de los mástiles de los barcos de la Royal Navy. El intenso fuego antiaéreo dirigido a él no alcanzó su avión, pero logró disuadir al piloto enemigo que lo perseguía, una maniobra audaz que le salvó la vida.

Johnson voló en más de 500 misiones operativas y fue un líder clave, comandando la famosa Ala Canadiense N.º 144 durante la invasión del Día D. Lideró la primera unidad de Spitfire en aterrizar en la Francia liberada, ganándose verdaderamente su lugar como el líder de ala definitivo de la segunda mitad de la guerra.