En el mundo de los coches icónicos de la televisión, un elegante y sofisticado Pontiac Trans Am negro se destaca entre el resto: KITT, el superdeportivo turboalimentado, de boca grande y que lucha contra el crimen, del exitoso programa de televisión de los años 80 “Knight Rider”.
Aunque David Hasselhoff fue el mencionado Knight Rider, Michael Night, que dio título a la serie, este coche espectacular se robó por completo el espectáculo, no solo convirtiéndose en una sensación de la cultura pop, sino también dejando un legado duradero como símbolo del futurismo y la frescura incomparable.
Una de las características más sorprendentes de KITT era su cerebro, una inteligencia artificial altamente sofisticada que se comunicaba a través de una interfaz de voz: la voz del veterano actor William Daniels. Hasta ahora, un actor de segunda categoría en Hollywood, la actuación de Daniels le dio a KITT una combinación única de sofisticación e ingenio, convirtiendo al coche en un personaje por derecho propio.
Una de las características más reconocibles de KITT era su hipnótica luz roja de escáner. Durante las primeras etapas del programa, los productores estaban preocupados por el posible impacto de la luz en otros conductores. Como resultado, se instaló un interruptor para apagar la luz del escáner durante las escenas de conducción en carretera abierta.
Todo esto tuvo un precio. El costo de construir cada auto KITT para el programa fue de la asombrosa suma de $100,000. Esta elevada cifra reflejaba la instalación de la tecnología de vanguardia utilizada en el tablero de instrumentos y las características únicas del auto.
Desde sus acrobacias con turbo hasta la inconfundible voz de William Daniels, KITT capturó los corazones de millones de espectadores, dejando una huella duradera en la imaginación de los niños de todo el mundo... y de los hombres adultos que diseñaron estos calcetines tan geniales :)
Aunque David Hasselhoff fue el mencionado Knight Rider, Michael Night, que dio título a la serie, este coche espectacular se robó por completo el espectáculo, no solo convirtiéndose en una sensación de la cultura pop, sino también dejando un legado duradero como símbolo del futurismo y la frescura incomparable.
Una de las características más sorprendentes de KITT era su cerebro, una inteligencia artificial altamente sofisticada que se comunicaba a través de una interfaz de voz: la voz del veterano actor William Daniels. Hasta ahora, un actor de segunda categoría en Hollywood, la actuación de Daniels le dio a KITT una combinación única de sofisticación e ingenio, convirtiendo al coche en un personaje por derecho propio.
Hemos visto el cerebro y el hermoso exterior, ahora exploremos una de las características más emocionantes de KITT: el Turbo Boost. Este botón mágico del tablero de instrumentos permitía al auto saltar sobre obstáculos o sobre tejados. Otros dispositivos, como el gancho de agarre o su carcasa unida molecularmente, mostraban las muchas virtudes de KITT.
Una de las características más reconocibles de KITT era su hipnótica luz roja de escáner. Durante las primeras etapas del programa, los productores estaban preocupados por el posible impacto de la luz en otros conductores. Como resultado, se instaló un interruptor para apagar la luz del escáner durante las escenas de conducción en carretera abierta.
Todo esto tuvo un precio. El costo de construir cada auto KITT para el programa fue de la asombrosa suma de $100,000. Esta elevada cifra reflejaba la instalación de la tecnología de vanguardia utilizada en el tablero de instrumentos y las características únicas del auto.
La influencia de KITT no se limitó a la pantalla de televisión. El diseño futurista del coche y sus características de vanguardia inspiraron desarrollos reales en la tecnología automotriz. Conceptos como la conducción autónoma y los sistemas avanzados de comunicación en el automóvil pueden rastrear sus raíces en el mundo imaginativo de El auto fantástico.
Desde sus acrobacias con turbo hasta la inconfundible voz de William Daniels, KITT capturó los corazones de millones de espectadores, dejando una huella duradera en la imaginación de los niños de todo el mundo... y de los hombres adultos que diseñaron estos calcetines tan geniales :)