Jim Clark fue un piloto de carreras escocés considerado uno de los mejores de la historia de este deporte. Nació en 1936 y durante su carrera ganó dos campeonatos mundiales (1963 y 1965) conduciendo para Lotus.
Bajo la bandera de Lotus, Clark demostró su talento excepcional. Era conocido por su estilo de conducción suave y su capacidad para extraer el máximo rendimiento de sus coches, características que encajaban bien con la filosofía de Chapman de diseñar vehículos ligeros y ágiles.
El primer campeonato mundial de Clark en 1963 incluyó siete victorias en diez carreras, una hazaña increíble en ese momento. Su segundo campeonato en 1965 se destacó por una victoria en las 500 Millas de Indianápolis, lo que demostró su versatilidad como piloto.
Bajo la bandera de Lotus, Clark demostró su talento excepcional. Era conocido por su estilo de conducción suave y su capacidad para extraer el máximo rendimiento de sus coches, características que encajaban bien con la filosofía de Chapman de diseñar vehículos ligeros y ágiles.
El primer campeonato mundial de Clark en 1963 incluyó siete victorias en diez carreras, una hazaña increíble en ese momento. Su segundo campeonato en 1965 se destacó por una victoria en las 500 Millas de Indianápolis, lo que demostró su versatilidad como piloto.
El Lotus 49, presentado en 1967, contaba con el innovador motor Cosworth DFV, que dominó la Fórmula 1 durante los años siguientes. El coche devolvió a Lotus a la vanguardia de las carreras de F1. Clark ganó varias carreras con el Lotus 49, demostrando sus propias capacidades excepcionales.
La maestría de Clark sobre estas máquinas, combinada con los diseños innovadores de Colin Chapman, creó una sinergia que se ha vuelto legendaria en la historia del automovilismo.
La maestría de Clark sobre estas máquinas, combinada con los diseños innovadores de Colin Chapman, creó una sinergia que se ha vuelto legendaria en la historia del automovilismo.