En el bando opuesto del gran conflicto se encontraba Adolf Galland, un genio táctico, un célebre as de la aviación y una de las figuras más francas y respetadas de la Luftwaffe alemana. Su máquina, el Messerschmitt Bf 109, fue la columna vertebral del arma de caza alemana durante toda la guerra, un testimonio de su diseño revolucionario.
El piloto que tuvo que luchar para pilotar cazas
La historia de Galland está marcada por su negativa a seguir las reglas. Fue uno de los miembros clave de la Legión Cóndor en la Guerra Civil Española, donde voló casi 300 misiones de ataque a tierra en biplanos y desarrolló novedosas tácticas de apoyo aéreo cercano. Sin embargo, prefería firmemente el combate de cazas.
La artimaña del reumatismo: Tras la invasión de Polonia, Galland convenció con éxito a sus superiores de que padecía reumatismo y que, por lo tanto, no era apto para volar aviones de cabina abierta como los biplanos que le habían asignado. Esta dolencia inventada fue una maniobra inteligente que le aseguró su traslado a una unidad de cazas de cabina cerrada, donde inmediatamente comenzó a pilotar el Bf 109.
El emblema de Mickey Mouse: Galland era famoso por su emblema personal: un Mickey Mouse fumando un puro y empuñando un hacha. Esta obra de arte, pintada debajo de la cabina, provenía de una botella de brandy de celebración que había introducido de contrabando en su equipaje al abandonar la Legión Cóndor en España. El símbolo de Disney era un detalle profundamente extraoficial.
El único Messerschmitt con encendedor de puros
El Bf 109 estándar era una máquina de combate compacta y minimalista, sin comodidades, y ciertamente sin equipamiento para los vicios del piloto. Sin embargo, Galland modificó con éxito al menos uno de sus aviones, según los informes un Bf 109E-4/N (WNr 5819), con un equipamiento que era único en toda el arma de caza de la Luftwaffe:
Un encendedor de puros incorporado: Galland hizo instalar un encendedor de puros —esencialmente un encendedor de coche— en el panel de instrumentos de la cabina de su Messerschmitt. Este detalle era completamente no autorizado e inaudito en un caza diseñado para los rigores brutales del combate aéreo.
El problema de fumar con oxígeno
El desafío más grande y controvertido era cómo fumar a gran altitud. El combate de cazas a menudo tenía lugar muy por encima de los 15.000 pies (unos 4.500 metros), donde el aire de la cabina era demasiado fino para que el piloto respirara sin oxígeno suplementario.
Para solucionar esto, Galland ideó una famosa solución para su máscara de oxígeno:
El portapuros: Hizo modificar su máscara de oxígeno personal para incluir un pequeño orificio o accesorio en el que podía insertar su puro encendido, lo que le permitía dar caladas mientras permanecía conectado al suministro de oxígeno.
En una entrevista posterior, cuando se le preguntó sobre el encendedor y el portapuros, Galland confirmó la historia y añadió: «Creó bastante controversia, puedo decírselo».
Un símbolo del espíritu inconformista
La imagen del máximo as alemán volando hacia el combate, con una bocanada de humo de puro escapando de la carlinga de su caza adornado con el emblema de Mickey Mouse (otra excentricidad de Galland), personifica su personalidad.
Desafío a Göring: El hábito de fumar de Galland se oponía directamente a las políticas de concienciación sobre la salud del régimen nazi, que a menudo incluían prohibiciones de fumar. Este inconformismo era característico de Galland, quien era famoso por sus tensos y francos intercambios con su superior nominal, el Reichsmarschall Hermann Göring. Aunque Göring fue un as en la Primera Guerra Mundial, los pilotos de primera línea como Galland a menudo lo veían como alguien desconectado de la realidad.
La imagen de la confianza: Para Galland, el puro era más que un hábito; era un accesorio que transmitía su absoluta confianza y frialdad bajo presión. Proyectaba la imagen de un líder completamente relajado, incluso mientras se preparaba para enfrentarse a la Royal Air Force sobre el Canal de la Mancha.
Esta historia es uno de los momentos más citados de la Segunda Guerra Mundial, que ilustra el coraje de Galland y el respeto de la Luftwaffe por los aviones enemigos.
La escena
La reunión tuvo lugar en septiembre de 1940, en el apogeo de la Batalla de Inglaterra. El Reichsmarschall Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe, estaba furioso por las crecientes pérdidas y el fracaso de sus fuerzas de caza para proporcionar una protección adecuada a los bombarderos alemanes. Göring convocó a sus principales comandantes de caza, incluidos Galland y Werner Mölders, a su cuartel general en el Pas-de-Calais, Francia.
El diálogo
Göring, después de reprender a sus ases, suavizó finalmente su tono y, en un momento de sinceridad exasperada, les preguntó qué necesitaban para ganar la guerra aérea de forma decisiva.
Werner Mölders (otro as altamente condecorado) solicitó educadamente motores más potentes para los Messerschmitt Bf 109. Göring accedió a la petición.
Göring se dirigió entonces a Adolf Galland y le preguntó: «¿Y usted, Galland? ¿Qué necesita para ganar?».
Galland, impulsado por una ira contenida por las acusaciones previas de Göring de que a sus pilotos les faltaba espíritu de lucha, respondió de forma célebre: «Me gustaría una dotación de Spitfires para mi escuadrón».
Galland sobrevivió a la guerra, acreditado con 104 victorias aéreas, todas contra los Aliados Occidentales, y más tarde se convirtió en un respetado consultor y escritor de aviación, un verdadero testimonio de la naturaleza perdurable de su habilidad como piloto y líder.
El Bf 109: Diseñado para la velocidad y el picado
El Messerschmitt Bf 109 fue un avión revolucionario para su época, con una construcción totalmente metálica, una cabina cerrada y un tren de aterrizaje retráctil. Fue construido en torno al potente motor Daimler-Benz DB 601.
La ventaja de la inyección de combustible: Una ventaja crucial del Bf 109 era su motor de inyección de combustible, que no se veía afectado por las fuerzas G negativas. A diferencia de los motores Merlin con carburador de los primeros Spitfires, que se paraban momentáneamente durante las maniobras de G negativa (p. ej., al entrar en picado para huir de un perseguidor), el Bf 109 podía realizar un picado brusco, una táctica que Galland utilizó con gran efecto para escapar o ganar ventaja.
El general más joven: Galland ascendió rápidamente en el escalafón debido a su éxito. A los 30 años, fue ascendido a General der Jagdflieger (General de Cazas), convirtiéndolo en el general más joven de las fuerzas armadas alemanas y otorgándole el mando efectivo de todas las operaciones de caza alemanas.
La misión final: El Me 262: Galland se enfrentó constantemente al jefe de la Luftwaffe, Hermann Göring, y a Hitler por cuestiones de estrategia, abogando por centrarse en la defensa de cazas en lugar de la protección ofensiva de los bombarderos. Tras ser relevado de su mando a principios de 1945, recibió permiso para formar la unidad de élite de reactores, Jagdverband 44 (JV 44), pilotando el revolucionario Me 262 Schwalbe (Golondrina), el primer caza a reacción operativo del mundo. Fue en un Me 262 donde Galland voló su 705ª y última misión de combate, resultando herido por un P-47 Thunderbolt antes de realizar un aterrizaje forzoso.

