A principios de los años 30, el nuevo responsable de CitroĂ«n, Pierre-Jules Boulanger, iba conduciendo por la campiña francesa y se quedĂł atascado detrás de un granjero que luchaba por tirar de un carro tirado por un caballo. En lugar de enfurecerse por el tráfico (como harĂamos la mayorĂa de nosotros), Boulanger se inspirĂł en Ă©l.
Concibió un automóvil asequible y sencillo, adecuado para la vida rural de un francés. Poco después nació el proyecto "TPV" (Toute Petite Voiture, "coche muy pequeño").
Cuando Alemania invadiĂł Francia en 1940, la producciĂłn se detuvo. CitroĂ«n escondiĂł sus "latas" para evitar que cayeran en manos enemigas. DespuĂ©s de la guerra, CitroĂ«n finalizĂł el proyecto y presentĂł el 2CV al mundo en el SalĂłn del AutomĂłvil de ParĂs de 1948. A pesar de la confusiĂłn inicial del pĂşblico, las preferencias de posguerra por la practicidad y la asequibilidad permitieron que el 2CV despegara. La gente empezĂł a llamarlo "Deux Chevaux", es decir, "dos caballos", por su clasificaciĂłn fiscal, ¡no por sus caballos de potencia!
Concibió un automóvil asequible y sencillo, adecuado para la vida rural de un francés. Poco después nació el proyecto "TPV" (Toute Petite Voiture, "coche muy pequeño").
Con la ayuda del diseñador italiano Flaminio Bertoni y el ingeniero jefe AndrĂ© Lefèbvre, varios prototipos del TPV cobraron vida en 1939. Diseñado para desplazarse fácilmente por terrenos difĂciles con capacidad para cuatro pasajeros y 50 kg de mercancĂas, CitroĂ«n no se preocupaba por las altas velocidades ni por el aspecto llamativo.
Cuando Alemania invadiĂł Francia en 1940, la producciĂłn se detuvo. CitroĂ«n escondiĂł sus "latas" para evitar que cayeran en manos enemigas. DespuĂ©s de la guerra, CitroĂ«n finalizĂł el proyecto y presentĂł el 2CV al mundo en el SalĂłn del AutomĂłvil de ParĂs de 1948. A pesar de la confusiĂłn inicial del pĂşblico, las preferencias de posguerra por la practicidad y la asequibilidad permitieron que el 2CV despegara. La gente empezĂł a llamarlo "Deux Chevaux", es decir, "dos caballos", por su clasificaciĂłn fiscal, ¡no por sus caballos de potencia!